sábado, 9 de junio de 2012

MARATÓN DE SEVILLA 2012

      Después de unas cuantas medias maratones en mis piernas, me puse como objetivo, realizar una Maratón. Nada mejor que la maratón de Sevilla, para recorrer por primera vez la distancia de Filípides, 42 km y 195 m., ya que ésta es prácticamente llana.
Junto a mi mujer y mi niña, la noche antes de la Maratón, contemplando una de las obras, con las que han malgastado cientos de millones de euros nuestros políticos.
       A continuación la crónica de la carrera:
      Era 19 de febrero, 7 de la mañana, en Sevilla hacía un frío que pelaba aunque el cielo presagiaba que más tarde el sol pegaría de lo lindo. Me dispongo a desayunar junto con otros atletas que estaban en el mismo hotel, situado en el barrio de la Macarena. Dos vasos de zumo de naranja, una napolitana de chocolate, un donut y un vaso de leche con cola-cao, suficiente para no empezar a correr con el desayuno en la boca.
      Me dejo a mi mujer y a mi hija, durmiendo en el dormitorio y me voy andando hasta la salida ( 4 km a patita). Como siempre, llego justito a tiempo para dejar la ropa y estirar un poco y ¡ale!, a correr sin parar, unas tres hora seguidas.
      Debido a la aglomeración de gente, más de 5.000 corredores, tardo más de un minuto entre que se da la salida hasta que consigo cruzar el arco. Los primeros dos km se suceden entre parones y acelerones, hasta que por fín se aclara un poco la cosa y puedo coger el ritmo. Cuando llevo 4 km me doy cuenta de dos cosas: que me estoy meando vivo y que me molesta el calcetín, porque creo que llevo una arruga en la planta del pie, así que no me queda más remedio que parar, mear y mirar el calcetín, que al final estaba bien, supongo que todo esto se debía a los nervios de la carrera y de no saber si podría superar la prueba, pero bueno, después de vaciar líquidos, me centro, y comienza la maratón para mí con 5 km de retraso ¡A por ellos!
¿Dónde está Paco?

¡Al ataqueeeerrrr!!!!
      Paso la media maratón con 1h y 30 minutos y veo que me encuentro bien, esto me da ánimo para seguir con el mismo ritmo y creer que lo puedo mantener. De hecho, los kilómetros que más agusto y con más intensidad hice, fueron desde el 23 al 28 (creo que esos km corrí a bastante menos de 4 minutos el km), la verdad es que estaba pletórico. ¡Qué iluso! Lo peor estaba por llegar. Mis temores y dudas empezaron a hacerse realidad a partir del km 31, encarando una recta interminable, el Paseo de la Palmera, tras un avituallamiento personal de gel energético, se ve que el cansancio y la falta de acompasamiento respiratorio al intentar deglutir el gel, me llevaron a un "flato" que me mató a partir de ese momento. Nada más cruzar el puente hacia el recinto ferial me empezaron a pasar corredores a los que hacía un rato había adelantado y mi paso por el barrio de Triana fue un auténtico calvario, intentando acompasar el ritmo de la carrera para que se me quitara el flato. En el Km 38, me esperaban mis dos mujeres y entonces se produjo la anécdota de la jornada; justo de detrás de mi mujer e hija había una maricona histérica (detalle del que no me había percatado en ese momento), pues bien, al pasar junto a mis niñas, les lancé un beso con las pocas fuerzas que me quedaban... y el equívoco hizo aparición, la maricona se creyó que el beso iba dirigido hacia su persona y empecé a escuchar a mis espaldas, con gritos desaforados, ¡Venga guapetón, que tu puedes! y mi mujer, claro, meá de risa. Bueno, el caso es que después de ese punto, parece que el flato se estabilizó y mejoré algo mi rendimiento físico pudiéndo terminar los últimos 3 km con un poco más de decencia.

Justo antes de dar el beso "fatídico". A partir de aquí,con el animo de mis niñas, me hicieron sacar fuerzas de donde no había

¡Ya solo quedan 4 km!!!

      Al final terminé la Maratón con un tiempo oficial de 3h:07min:47seg. y con un tiempo real de 3h:06min:20seg. Haciendo el 567 de la general (más de 4.000 corredores terminaron) y el puesto 181 de mi categoría. Terminé absolutamente derrotado y destrozado físicamente, pero lo peor no fueron las más de tres horas de esfuerzo continuado, sino los 4 Km de vuelta a patita para el hotel, prácticamente no podía andar y llegué arrastrándome a la habitación.

      A pesar de todo, a nivel general, la experiencia fué positiva. En honor a la verdad, mi objetivo era bajar de 3 horas, pero era totalmente consciente de que sería muy difícil, porque nunca había corrido más de 29 km seguidos y no sabía como respondería mi cuerpo en una distancia tan larga y al ser la primera Maratón, tampoco puedes guiarte por las sensaciones, ya que no sabes regular el esfuerzo por el desconocimiento de la distancia. En fín, la verdad es que estoy contento con el resultado obtenido en mi primera experiencia en la larga distancia. Si descuento el tiempo que perdí en los dos primeros km, con innumerables parones y el tiempo que perdí con la meada y la supervisión del calcetín, casi rozaría las 3 horas reales.

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